Aquí ando de nuevo, como acabo de decir, en época de mucho mucho estrés, y sin embargo con una energía fuera de lo normal. Puede que sea porque te tengo a mi lado, porque noto que me proteges en todo momento y no temo a nada ni a nadie estando contigo.
Desde hacía años me preguntaba por qué habían sucedido las cosas en mi vida. Qué sentido tenía todo lo que pasaba. No comprendía el motivo de que ciertas cosas no salieran como creía que tenían que salir. Y por fin lo he comprendido. Relaciones que se terminan, sucesos que hacen que acabes en un sitio en vez de en otro. Causas, consecuencias, actos, hechos sin sentido. Y por fin todo se ilumina ante mi de una forma clarísima. Y es que apareciste. Sí, de repente, sin planearlo. Allí estabas, sentado en la acera, fumando a escondidas. Por un instante vi mi futuro contigo. A pesar de lo complicada de nuestra situación, lo conseguimos. Creo que saqué fuerzas sólo con que me miraras. Me sentía feliz al saber que podía estar a tu lado aunque sólo fuera un momento. Al principio me conformaba con mirarte y sentir que me mirabas. Luego la necesidad aumentó al querer sentirme abrazada por tí. Poco a poco fuimos acercándonos. Sin duda, la mejor decisión que he tomado nunca: confiar en tí y en todo lo que me decías, aún teniendo en contra a todo el mundo.
Y aquí estamos, con nuevos retos y preocupaciones, pero juntos, que realmente es lo que importa. Estando el uno al lado del otro, supongo que no nos faltará nunca de nada. Ahora estamos lejos, pero en menos de lo que creemos no volveremos a separarnos. Y eso es algo que anima a seguir adelante en todo lo que nos hemos propuesto. Según el psicólogo Stenberg, la pareja perfecta se sustenta en el compromiso, la intimidad y la pasión. Nosotros podríamos formar mil parejas con lo que tenemos en la nuestra.
Sólo quiero dar las gracias. Al destino, por haberme escuchado aún renegando de él. Al azar, que nos hizo encontrarnos en el momento oportuno. A la suerte, que nos ayudó a que todo fuera más fácil de lo que creíamos. A mi inconsciente, esa parte de mí que parece ser algo aparte, que me inculcó los pensamientos más positivos hacia tí, haciendo que no retrocediera en este camino. Y por supuesto, a ti. A tí que has hecho que vuelva a creer que hay algo tan importante en mi vida como el amor incondicional hacia una persona. Que no importa lo que suceda si está a tu lado alguien que te amas y a quien amas por encima de todo. A tí, que has hecho que de nuevo vuelva a confiar en el destino, en el azar, en la suerte y en mí misma, cosas que no pensé que fuera a suceder nunca. Gracias, porque eres lo mejor que me ha podido pasar en mi vida. Y tengo la certeza de que cada día todo irá a mejor entre nosotros, porque no puede ser de otra forma.